Crimen Pasional

Cuando su amada huyó con otro, una herida profunda se le abrió en el cuerpo, del cuello al ombligo. Resistió el dolor hasta que la lesión cicatrizó. La mujer, arrepentida, regresó a su lado. Él se arranco la cicatriz y con ella, convertida en espada, le cortó la cabeza.

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